Elena:
Tú eres la guapa chica pelirroja que nos ha enseñado tanto a todos los payasos. Una vez, hace poco, le preguntaste a Beni Cilina (y al Enfermero Baldomero) si creíamos en Dios… Menudo lío se hizo Beni: le salía humo de la cabeza. ¿Te acuerdas? Después nos enseñaste una canción para Jesús; y Beni y Mero la cantaron contigo con todo su amor… y es que, al estar junto a ti, a estos dos tontos se les ponía el corazón tan grande que se les salía y casi no se les veía a ellos. Eran corazones con patas, cantando contigo y haciendo números.
¡Cuántas veces te he hecho los números con el cuerpo cuando cantábamos tus temas preferidos de nuestro repertorio! Junto a ti, Mero no era Mero, era Eleno. Y yo, el mes pasado, tuve el honor de ser bautizada por ti como Elenita. ¡Gracias! Me gusta.
La última vez que te vi te quería hacer la hormiguita que pasea por tu brazo. Pero a ti no te gustaba. Lo único que querías era escuchar nuestras melodías. Perdona si no te entendíamos muy bien las canciones que nos pedías; la de los números sí que lo escuchamos bien, aunque esa yo ya lo sabía seguro.
Microscopio y yo decidimos dejar de cantar y hacer una melodía única, especial y sólo para ti, que por cierto, como nos inspirabas tú, nos quedo muy preciosa. Espero que te acompañe en tu viaje estelar.
Elena, te recuerdo con todo mi amor. Y te envío un beso de luz roja con forma de corazón… esta vez con alas.
Núria Urioz (Cap de Cervell Beni Cilina)