Diario de un clown de hospital

Un oso en la cama

Visitamos a Arturo, de 8 años, con un osteosarcoma (un tipo de cáncer de hueso). Se encontraba en Cirugía Pediátrica del Hospital La Fe. Tiene injertado el pie a la altura más o menos de la pantorrilla para regenerar y después le reconstruirán la pierna. Bueno, una cosa de mecánica increíble. Es impresionante. Antes de entrar mi compañera me indica que entremos despacito y preguntemos antes, ya que es un caso “especial” por la situación emocional. Así que entramos con delicadeza con nuestro: ¿Se puede pasar…? Nos permiten la entrada con alegría. El papá y la mamá están expectantes y apagan la tele. Este gesto facilita un montón nuestra intervención. Arturo nos hace caso… a medias, hasta que me atrevo a dejar más suelta a Analista (mi payasa), con la esperanza de captar su atención. Gracias a las indicaciones de la enfermera Mina Mercromina (Asun Cebrián), Analista se pasa al otro lado de la habitación, se sienta en el sillón, hace bromas con los papas, hasta que, stop: “¡HAY UN OSO EN LA CAMA! ¡CON EL MIEDO QUE LES TENGO!!” ¡¡¡Y Pam!!! Dimos en el clavo. Vuelvo corriendo al lado de Mina, balbuceando. Espero que el oso no se despierte, así que el niño, con el pie “bueno”, comienza a mover al oso, hasta que se lo acerca a la mano, y nos lo tira. Analista y el oso luchan como locos. Felizmente, Mina interviene y duerme al oso, que a veces se despierta. Total. Al fin, lo dejo dormido al lado del niño, sabiendo que él, lo empieza a mover de nuevo con el pie para tirárnoslo otra vez. ¡Buah, qué libertad de humor y de juego! Sin prejuicios y con un poco de provocación, permitimos que el valiente niño, pudiera atacarnos con su oso de peluche, y se riera de lo lindo… ¡Genial!

Txetxe Folch (Auxiliar Analista)

Payasa Txetxe sujetando un teléfono