A primera hora empezábamos nuestras visitas y ya teníamos a muchísima gente sentada a la espera de nuestra actuación, tanto adultos como criaturas. Alrededor de quince peques y una decena de adultos se encontraban expectantes en el aula hospitalaria del Hospital Dr. Peset. Mi compañero de aquel día, el enfermero Baldomero (Luka Soriano) y yo, con mi payasa Analista, aprovechamos para preparar el espacio del show, ya que cada vez iba entrando más gente. Solo con la preparación y con los desastres que ocurrían, ya teníamos las carcajadas volando por los aires. Aquello no parecía un hospital, realmente era un show con su público disponible a la risa y a las emociones. Intentábamos entrar y ponernos en el sitio adecuado para presentarnos, pero era imposible salir del bucle de catástrofes divertidas. Conseguimos estar en el aula unos veinte minutos o más compartiendo la felicidad de la vida. Gracias a los maestros de la escuela de este hospital por hacer que sea realmente un espacio creativo, imaginativo y divertido. Siempre nos acogen con cariño y están abiertos a nuestras delirantes propuestas. Bravo por ellos.
Txetxe Folch (Auxiliar Analista)