Cuando Beni Cilina (Nuria Urioz) y yo llegamos a la unidad de oncología del hospital La Fe de Valencia, la enfermera encargada nos trasmitió el estado de los pequeños. Esa mañana nos comenta que Fina y Jeremías están muy enfadados. No quieren saber nada de nadie. Sin embargo, increíble fue nuestra sorpresa cuando entramos en la habitación y comenzaron a reírse con nosotros. Se notaba de una forma muy evidente cómo disfrutaban. Ambos nos utilizaban dándonos órdenes: “Chocaros contra la pared”, “Toca la guitarra”, “Chócate otra vez”, “Haz magia”… es como si canalizaran sus tensiones ejerciendo poder sobre nosotros. Ellos aguantan que les ingresen, o estar a dieta o que les pinchen… y cuando llegan los payasos piensan: Ahora… ahora me toca a mí. Dedican ese momento a liberarse de todo lo que allí les ha tocado vivir.
El mismo día un poco más tarde, el caso de Kevin de 7 años, ingresado en el servicio de Reanimación del mismo hospital, también me dio que pensar. Tiene hidrocefalia y estaba bastante “hecho polvo”, a penas se podía mover. Sin embargo, esa mañana pudimos integrarnos bien en su dinámica. El caso es que en medio del juego que le propusimos nos preguntaba él a nosotros:
– ¿Estáis contentos?
– Sí, estamos contentos – Respondimos mi compañera Beni Cilina y yo. Y nos inventamos la canción de “Estamos contentos”.
La simple pregunta me impactó. Ver que el niño en ese estado se preocupaba por si éramos nosotros los que estábamos contentos al jugar con él, me pareció toda una lección. Después él nos regaló un “Estoy contento”… todavía ahora me emociono.
Uno no deja de sorprenderse y aprender de los niños en este trabajo.
Darío Piera (Doctor Ambulancio)