En la UCI del Hospital Clínico de Valencia, está Adriana de 2 años con muerte cerebral por shock séptico. Aunque estaba totalmente “dormida”, las complejas máquinas seguían manteniendo activo el funcionamiento de sus órganos vitales… ¿qué paradoja, no? No pude evitar recordar a mi papá cuando se hallaba igual. No pude evitar mi emoción. Siguiendo nuestras propias creencias y la metodología de Payasospital, ofrecimos a Adriana una música suave, dulce, amorosa. La melodía de la mandolina, las caricias en su bracito… ya no éramos Cápsulo y Beni. Éramos Jaume y Núria, entregándole nuestro amor y deseándole un bonito camino a través de las estrellas.
Más tarde compartimos un momento muy emotivo con la enfermera Adela. Después de nuestra intervención con Adriana, yo estaba tan emocionada que pedí a Jaume retirarnos un momentito al cuarto reservado para el personal, dentro de la UCI. Necesitaba un respiro, soltar mi emoción y recobrar mi centro. Adela entró y al ver mis lágrimas, ella también soltó las suyas y compartió con nosotros la dificultad de su trabajo ante casos como el de Adriana. Nos dimos un buen abrazo lleno de complicidad. Para los tres fue muy reconfortante este momento lleno de humanidad, en el que las personas compartían su emoción ante la grandeza de la vida y la muerte, al margen de sus roles laborales. Fue un momento sanador.
Núria Urioz (Cap de Cervell Beni Cilina)