Visitamos a Carlos de 10 años en la U.C.I. Nos cuentan que iba en la bicicleta montado en el manillar mientras pedaleaba un amigo, perdieron el control cuesta abajo y se estrellaron. Entramos en la U.C.I. Doc Tornillo y yo y lo vimos hecho polvico, con collarín. Se quedó un poco perplejo. No esperaba que apareciesen dos payasos por allí. No tenía el ánimo muy arriba. Así que lo único que hicimos fue presentarnos, cantar «Moon river» en idiomas diferentes: cuando se supone que lo hacíamos en inglés, lo cantábamos en chino, cuando se suponía que iba a ser en chino, pues en francés. Y así con varios idiomas. Luego improvisamos un blues, y nos despedimos.
La siguiente vez que lo vimos, ya en planta, en la habitación, estaba acompañado de cinco familiares. Ese día también iba yo con Doc Tornillo. La ocasión se prestó para hacer nuestro número del salvaje oeste. Carlos no estaba para participar activamente, pero la familia sí participó. Vaya que sí, y fue una sorpresa para ellos también.
La última visita fue con Paquita Tiritas, en la que improvisamos una actuación sobre el deseo de la payasa de encontrar novio. Aquí sí que provocamos la participación de Carlos, que estaba entumecido pero participativo. Lo acompañaba un familiar que también nos siguió el juego. Hubo un adiós de Carlos que nos invitaba a volver… Entrañable.
Panchi Coves (Enfermero Teo Mómetro)