Estábamos trabajando en el servicio de lactantes pediátricos en el Hospital La Fe de Valencia. En una habitación estaban dos niños pequeños, de los cuales uno de ellos tenía un poquito de miedo. Desde la puerta comenzamos a entonar una canción muy conocida y de pronto, a mi lado noto que alguien canta. Era el papá de uno de los niños. A continuación, se nos une una enfermera y también una auxiliar. Y más tarde, otra y otra… Acabamos cantando todos al unísono, los payasos y el pequeño coro que se había formado. Los niños nos miraban alucinados, ya que sus papás y algunos miembros del personal sanitario que ellos habían conocido en una faceta, digamos más seria, ahora cantaban y bailaban para ellos. Al final, los pequeños aplaudieron y también desde las otras habitaciones. Se creó una energía muy bonita en todo el servicio.
Asun Cebrián (Enfermera Mina Mercromina)