El Doctor Ambulancio (Darío Piera) y yo tuvimos un “momentazo” estupendo en la habitación de Rosalía de 13 años. La muchacha estaba ingresada en la Unidad de Oncología Pediátrica del Hospital La Fe de Valencia. Ambulancio quería hacer magia, pero no conseguía muy buenos resultados. A la tercera vez que lo intentaba, cuando por fin le salió, fue alucinante ver la transformación del rostro de Rosalía. Pasó de una sonrisa incrédula a ¡una sorpresa de alucine! ¡Qué regalazo! Acabamos la intervención con música marchosa. Y su abuela, que es una señora muy formal y sensata, tan seria como es, se levantó y se puso a bailar.
La abuela se llama Máxima y la he vuelto a ver otra vez, cuando iba con la Auxiliar Analista (Txetxe Folch). En esa ocasión, acabamos todas cantando y tocando una canción religiosa en su idioma. Ambas son de Guinea. Ellas seguían el ritmo con las maraquitas que les prestamos nosotras. Gracias Rosalía y Máxima por enseñarnos cómo la inocencia, la ilusión y el cariño están por encima de la enfermedad. Gracias por regalarnos vuestras canciones y bailes. ¡Menuda lección!
Núria Urioz (Cap de Cervell Beni Cilina)