Mañana intensa en el Hospital La Fe de Valencia con Jimena, Doña Urgencia. Comenzamos en el servicio de Reanimación. Mientras hacemos la trasmisión, una niña rodeada de personal sanitario, no para de quejarse y llorar. Mi pie izquierdo apunta hacia ella. Sólo tuve que mirar a Jime y ella afirmó con la cabeza… Aproximación lenta y gradual con los primeros acordes de la guitarra. La canción: “Agüita nazca”… La experiencia me está demostrando el poder de esta melodía contagiosa, en ese momento no me imaginaba hasta qué punto.
A dos metros de la cama, la niña de 6 años con PCI (parálisis cerebral infantil) ya no llora… tan solo parece escuchar atenta la canción mientras no me quita ojo de encima… Siento la expectación que estoy despertando por parte del personal que mira asombrado lo que ocurre. Baldomero solo mira los ojos de la niña… trasmitiendo ternura… focalizado en calmar… en dar seguridad. Una enfermera se acerca curiosa, al poco rato llama a otra y oigo como le dice: -¡Mira!… ¡se le está yendo la urticaria! En ese momento aparece Doña Urgencia apoyando con percusión suave y voz. La cara del camillero era un poema.
Al irnos dejamos una estela de música alejándose, silencio sostenido y una agradable tranquilidad. Nos miramos al pasar al box de al lado… ¡dios!… cómo me gustan esas miradas que dicen tanto. Agradecimiento, sorpresa… sensación de algo más grande que nos supera… Nos dejamos superar por «esa» magia. Una vez más… ¡Gracias!
Luka Soriano (Enfermero Baldomero)