Marta tiene 9 años y está recién llegada del quirófano. Llora todavía mareada por la anestesia. Y le duele el pie. El papá, erguido a su lado, la coge y el resto de la familia rodea gran parte de la cama. El enfermero Mero (Luka Soriano) y yo, nos cruzamos en la puerta de la habitación a una enfermera que sale diciéndonos que no con la cabeza. Nos quiere dar a entender que no hay nada que hacer. ¡Qué equivocada está!
Mero y Beni (el nombre de mi payasa) saben perfectamente como introducirse suavemente en esta situación para, desde dentro, poder acompañarla hacia una transformación, hacia un momento más tranquilo, menos traumático. Esa es la belleza de nuestro oficio… cuando lo conseguimos, claro.
Así que, lenta y musicalmente fuimos entrado hasta poder llegar a jugar a: ¿Le duele o le huele, el pie? Y divertirnos. No había carcajadas. Claro que no. (Para quien no lo sabe: nosotros no siempre buscamos las carcajadas. Buscamos la transformación. Quitamos plomo).
Había sosiego, había despertar de la anestesia… Había una ligera sonrisa en la cara de Marta y una muy grande con dientes blancos en las caras de la mamá y el papá.
Cuando salíamos de la habitación, la niña estaba relajada y, antes de cerrar la puerta, yo le tiré un besito. ¡Ella me lo devolvió!
Núria Urioz (Cap de Cervell Beni Cilina)