Diario de un clown de hospital

Una canción triste

Entramos en la habitación de Ander, de 10 años, ingresado en el Hospital General de Alicante. Al preguntarle si quería una canción alegre o triste, nos contesta, con complicidad y picardía en los ojos, que prefiere una triste. Al instante mi compañero, el enfermero Teo Mómetro (Pantxi Coves) y yo, comenzamos a improvisar una canción en la que todas las mascotas de Doc Tornillo (el nombre de mi payaso), se iban muriendo por diversas razones: un constipado, un atropello de camión, una caída por un precipicio… Cada vez que la canción se ponía más triste, Ander iba riendo más y más, hasta el punto de pedirnos que fuera lo más triste posible. Una vez terminada, los payasos nos quedamos con una tristeza teatral que a Ander no podía ocasionarle otra cosa que reír aún más. Ander nos dio una gran lección. Y es que a veces es necesario reírnos de las tristezas y hablar tranquilamente de la muerte. Los niños, en la mayoría de las ocasiones, están mejor preparados que los adultos para afrontar situaciones difíciles, entre ellas la muerte.

Quique Montoya (Doc Tornillo)

Doc Tornillo con brazo levantado y peluche rojo